La compleja crisis humanitaria en Afganistán hace que el acceso al efectivo sea extremadamente difícil para las organizaciones de la sociedad civil que brindan un apoyo vital a las mujeres y las niñas. Desde la toma del poder por parte de los talibanes en 2021, la banca está sujeta a restricciones estrictas, no se permite el acceso a las transferencias bancarias y muchos gobiernos internacionales prohíben por completo la entrada de ayuda al país.

Esta falta de acceso a la financiación restringe gravemente a una sociedad civil ya diezmada y exige ideas innovadoras para llevar el dinero a donde más se necesita.

Estamos trabajando con Amanacard y nuestro socio Igualdad para la paz y el desarrollo (EPDO) — una organización sin fines de lucro que trabaja para empoderar a los jóvenes en Afganistán. Amanacard proporciona un método seguro y transparente para enviar fondos a organizaciones y personas ajenas al sistema bancario formal.
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Hemos trabajado con la EPDO para identificar a 25 organizaciones de la sociedad civil que operan en Afganistán sin acceso a la financiación tradicional. Gracias a Amanacard, ahora podemos transferirles dinero de forma segura y directa, lo que les ayuda a continuar con su importante labor.

Inicialmente, las subvenciones se destinaban a la financiación básica para garantizar que estas organizaciones sobrevivieran a la crisis. Desde entonces, estamos financiando más apoyo a largo plazo, haciendo hincapié en el papel de los grupos de la sociedad civil en la promoción de los derechos de las mujeres, la consolidación de la paz y la cohesión social.

«Desde 2010, el Igualdad para la paz y el desarrollo (EPDO) se ha mantenido firme en su compromiso de promover la consolidación de la paz, la asistencia humanitaria y el empoderamiento de las comunidades locales en el Afganistán. Sin embargo, tras la caída de Afganistán en manos de los talibanes en agosto de 2021, nuestros esfuerzos se han topado con importantes obstáculos debido a las restricciones impuestas por los talibanes a las actividades de las ONG en estas áreas críticas. A pesar de los desafíos, la necesidad de proyectos de este tipo en Afganistán nunca ha sido mayor.

Las iniciativas de consolidación de la paz son esenciales para fomentar la estabilidad y la reconciliación en los entornos posteriores a los conflictos. La asistencia humanitaria es crucial para abordar las necesidades inmediatas de las poblaciones vulnerables afectadas por los conflictos y los desplazamientos. Empoderar a las comunidades locales es fundamental para el desarrollo sostenible y la resiliencia. Sin embargo, las restricciones de los talibanes y la renuencia de los donantes internacionales a asignar fondos suficientes representan enormes obstáculos para nuestra misión.

La EPDO reconoce la importancia de los esfuerzos innovadores conjuntos para garantizar que la financiación internacional llegue a los constructores de paz, los trabajadores humanitarios y las comunidades locales en Afganistán. Abogamos por un enfoque coordinado que aproveche la experiencia y los recursos de las diversas partes interesadas, incluidos los gobiernos, las organizaciones multilaterales, la sociedad civil y el sector privado. Este enfoque debe priorizar la transparencia, la rendición de cuentas y la eficacia en la distribución de los fondos a quienes más los necesitan.

El papel de los donantes internacionales en el apoyo a la consolidación de la paz en Afganistán es crucial. Los donantes deben proporcionar recursos financieros, experiencia técnica e iniciativas de creación de capacidad para que los constructores de la paz puedan implementar programas centrados en la resolución de conflictos, el diálogo, la reconciliación y la participación de la comunidad. Los donantes deben adoptar enfoques que empoderen a las comunidades locales para que se hagan cargo de las iniciativas de consolidación de la paz, fomenten las asociaciones con las organizaciones locales y promuevan procesos de toma de decisiones inclusivos.

En conclusión, no se puede exagerar la importancia de los proyectos de consolidación de la paz, humanitarios y de empoderamiento comunitario en el Afganistán posterior a los talibanes. La EPDO mantiene su compromiso de promover estas agendas críticas y hace un llamamiento a la comunidad internacional para que priorice y apoye las necesidades de los pacificadores, los trabajadores humanitarios y las comunidades locales afganas».